Falta de comunicación clara o malentendidos frecuentes
Si los mensajes no se transmiten con claridad, hay confusión constante o se evitan conversaciones importantes, es una señal de que la comunicación necesita fortalecerse.
Conflictos no resueltos o tensiones persistentes
Cuando hay fricciones que se arrastran, desacuerdos que se evitan o falta de confianza entre miembros, el coaching puede ayudar a crear un espacio seguro para abordarlos.
Objetivos poco claros o desalineación interna
Si cada quien parece ir en su propia dirección, o no hay una visión ni prioridades comunes, el equipo puede perder efectividad.
Resultados inconsistentes o estancamiento en el desempeño
Si el equipo no logra mantener resultados sostenibles, repite errores o no avanza en sus metas, puede estar necesitando nuevas estrategias de trabajo conjunto.