A veces,
si te mueves cuidadosamente
por el bosque
respirando
como aquellos
de los cuentos antiguos
que podían atravesar
un lecho reluciente de hojas secas sin hacer ruido,
llegas
a un lugar
cuya única tarea
es molestarte
con diminutas
pero aterradoras peticiones
concebidas de la nada
pero en este lugar que comienzan a llevar a todas partes.
Solicitudes para detener
lo que estás haciendo ahora mismo, y
detener en lo
que te estás convirtiendo
mientras lo haces,
preguntas
que pueden hacer
o deshacer
una vida,
preguntas
que te han esperado pacientemente,
preguntas
que no tienen derecho a desaparecer.
~ Por David Whyte